Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso (v. 18).
En su libro On the Spectrum [Sobre el espectro], en el capítulo sobre el servicio, Daniel Bowman Jr. escribe sobre la dificultad de decidir cómo servir en su iglesia, siendo autista.
Explica que los autistas forjan un nuevo sendero a cada instante; un sendero único que requiere energía mental, emocional y física, aportes sensoriales y niveles de comodidad; valoración de las fortalezas y las necesidades, sin exclusión por déficits manifiestos; y mucho más. Agrega que, para muchos, estas decisiones reorientan su tiempo y sus energías, pero no los exasperan; aunque en el caso de él, esas mismas decisiones sí podrían anularlo.
Bowman cree que la visión de mutualidad que Pablo describe en 1 Corintios 12 podría ser un factor de sanidad. En los versículos 4 a 6, describe que Dios ha dotado de forma singular a cada uno de sus hijos para el bien común (v. 7). Cada uno es un miembro necesario del cuerpo de Cristo (v. 22). Cuando las iglesias entienden que cada persona es única, y que Dios las ha creado y dotado de forma particular, pueden apoyar a sus miembros para que sirvan de maneras adecuadas a sus dones.
De este modo, todos pueden hallar plenitud y seguridad en su preciado lugar en el cuerpo de Cristo (v. 26).
De: Monica La Rose
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